APRENDE A APRENDER
Según Susana Gómez Lages en su blog http://anpsicologia.blogspot.com.es/ Los
elementos fundamentales a tener en cuenta por los profesores son:
1)
Motivación
2)
Dificultad de la tarea
3) Enseñar a
aprender (animar la reflexión)
4)
Desarrollar la Creatividad
5)
Plantearse preguntas
6) Aplicar
los conocimientos adquiridos en la vida diaria
7) Formar
equipos colaboradores
8) Usar el
Pensamiento Positivo.
Motivar a los alumnos es cuestión de empezar
con una frase inicial que haga deseable la tarea que se va a plantear. Lo que
parecía requerir un gran esfuerzo (aprender algo nuevo, desconocido), lo
hemos convertido en divertido, los cinco sentidos del alumnado están alerta
para no perderse nada de lo que se les va a decir y el profesor
Para que la dificultad de la tarea se sume como elemento
motivador, es menester empezar por algo muy sencillo; el profesor sabe a
ciencia cierta, que sus alumnos están capacitados para el éxito en esa tarea
concreta porque poseen los conocimientos previos necesarios y lo han demostrado
antes. Luego, se aumenta gradualmente la dificultad, pronunciando en el 2º
ejercicio una frase que suponga un reto y un aliciente para el escolar: “lo
que viene ahora es algo más complejo, pero estoy seguro de que podréis hacerlo”.
Esta frase implica reconocimiento y confianza del profesor sobre la capacidad
de sus alumnos, es un “subidón” de autoestima y les sitúa en una posición
fuerte, emprendedora, en un “claro que soy capaz”. Enseñar a aprender: la reflexión es el ingrediente
fundamental, ¿por qué aprendemos más rápido o más fácilmente unos contenidos
que otros?, a veces por la forma en que nos son enseñados (el texto, el
profesor, el interés por ese tema concreto), otras porque sabemos muy bien
cómo funciona nuestro proceso de aprendizaje y esto, que se llama “Metaaprendizaje”.
Cualquier contenido educativo puede dividirse en partes y es sólo en una de
ellas, generalmente donde falla el alumno, pero al fallar en ésta, se sentirá
incapaz de afrontar los pasos siguientes. Hacerle notar al alumno todo lo que
puede hacer bien es tan útil como animarle a pensar en qué momento falla y por
qué motivo, remediar éste con las explicaciones que faltaban o con
entrenamiento y anotar punto por punto sus progresos. Es probable que un alumno
tarde más que otros en aprender algún contenido, pero en cuanto descubra la
causa y que su lentitud no es generalizable a todos los materiales y tareas, el
problema queda superado.
La Creatividad es a menudo considerada como un “don” que les cae
a unos y a otros no, nada más erróneo, todos tenemos capacidad creativa, sólo
que unas personas la desarrollan más que otras. Dar la oportunidad de añadir
algo, o modificar en alguna medida algún ejercicio, o el proceso de resolver un
problema, o de expresar un texto es alentar la creatividad. Los grandes genios
probablemente, son los que más se equivocan en el proceso creativo y vuelven
atrás y siguen buscando, modificando, añadiendo, quitando…, pero sobre todo,
los que pierden pronto el miedo a preguntar y preguntarse.Cuando el alumno se formula preguntas está interiorizando su
curiosidad y sus conocimientos establecidos sobre la cuestión planteada, por
eso es importantísimo animar al grupo clase a debatir, porque unos plantean
cuestiones que no se le ocurren a otros y viceversa, es una manera de alcanzar
antes el conocimiento, verle la utilidad, encontrar el camino al proceso más
sencillo y avanzar. Pero sin duda, el aspecto motivador por excelencia es la utilidad
práctica, en la vida diaria del alumno, fuera del aula, que tienen los
contenidos aprendidos. La colaboración entre compañeros, la formación de equipos dentro
de la clase aumenta el rendimiento de todos cuando es heterogéneo, es decir,
cuando se forman grupos de alumnos muy hábiles (expertos) en la materia
de la tarea planteada con otros menos hábiles (novatos). Unos aprenden
de otros y los que destacan en una actividad suelen ser novatos en otra. De
esta forma, todos se perciben con cualidades valoradas por los grupos, el
profesor y la clase en general. Una propuesta innovadora es enseñar el Pensamiento Positivo. Por
ejemplo, cuando un alumno tarde más que el resto en aprender algo determinado,
decirle “Mira qué bien, a ti esto ya no se te olvida”. Se
trata de convertir lo negativo en positivo. “Te ha costado tanto dar este
salto, que eres el mejor entrenado de todos, puedes ganar”. El
Pensamiento Positivo lleva al éxito, a plantearse preguntas y tomar decisiones
objetivas, mejor analizadas, mientras que el pensamiento negativo conduce al
abandono de la tarea y al convencimiento falso de que cuando algo no se aprende
rápido, es que la persona fracasará en ello, la conclusión es una pérdida grave
de autoestima y una merma de la disposición a luchar para conseguir lo que
quiere en el vida. Por adversa que sea la situación, siempre se puede encontrar
algo positivo en ella, hay que buscar bien.